Si estás pensando en invertir en una vivienda para alquilar, seguro que te haces la pregunta del millón: ¿cómo sé si será rentable? La respuesta va mucho más allá de restar el alquiler mensual a la hipoteca. Para calcular la rentabilidad real de un alquiler, necesitas tener en cuenta todos los gastos (IBI, comunidad, seguros…) y compararlos con lo que te costó la propiedad en total, incluyendo impuestos y papeleo. Este análisis es lo que diferencia una inversión inteligente de un futuro dolor de cabeza.

En esta guía te vamos a explicar, paso a paso y con ejemplos claros, cómo hacer estos números para que puedas tomar la mejor decisión.

Los Números Clave Antes de Invertir en un Piso para Alquilar

Comprar una vivienda para alquilarla es una gran decisión financiera. El éxito no se basa en encontrar un «chollo», sino en entender los números que realmente importan. Muchos inversores novatos se dejan llevar por el optimismo y terminan con una propiedad que genera más gastos que alegrías.

Para que no te pase, es fundamental que domines tres conceptos. Son tu brújula para evaluar cualquier oportunidad como un profesional.

1. Rentabilidad Bruta: La Primera Impresión

La rentabilidad bruta es el cálculo más rápido y sencillo. Es el titular llamativo que a menudo ves en los anuncios, pero no cuenta toda la historia. Se calcula dividiendo los ingresos anuales del alquiler entre el coste total de la compra.

Es un buen primer filtro para descartar opciones que son claramente inviables, pero nunca tomes una decisión basándote solo en este dato.

2. Rentabilidad Neta: La Verdad del Inversor

Aquí es donde se separan las inversiones buenas de las malas. La rentabilidad neta te dice cuánto dinero queda realmente en tu bolsillo después de pagar todos los gastos. Y cuando decimos todos, nos referimos a:

  • Impuestos: El IBI, la tasa de basuras y cualquier otro impuesto municipal.
  • Gastos de comunidad: Las cuotas mensuales y, ¡cuidado!, las posibles derramas inesperadas.
  • Seguros: Como mínimo el de hogar, aunque es muy recomendable contratar uno de impago de alquiler para dormir tranquilo.
  • Mantenimiento: Un fondo para cuando se rompa la caldera o haya que pintar. Créeme, pasará.
  • Periodos sin inquilino (vacancia): Es prudente guardar una provisión para los meses en los que el piso pueda estar vacío entre inquilinos.

La rentabilidad bruta te atrae, pero la neta es la que paga las facturas. Te sorprendería ver cómo un atractivo 7% bruto puede convertirse en un modesto 4% neto una vez que sacas la calculadora.

3. Cash-on-Cash Return: El Poder del Apalancamiento

Si vas a financiar la compra con una hipoteca, esta es tu métrica estrella. El Cash-on-Cash Return mide la rentabilidad sobre el dinero que has puesto de tu propio bolsillo (la entrada y los gastos de la compraventa).

Este indicador revela el verdadero poder del apalancamiento financiero, mostrándote cómo un préstamo bien gestionado puede multiplicar tus ganancias. Es, sin duda, el número que más miran los inversores experimentados que buscan encontrar un inmueble rentable.

A continuación, una tabla visual para que tengas claros estos tres conceptos:

Tabla Comparativa: Indicadores Clave de Rentabilidad

Métrica de Rentabilidad ¿Qué Mide Realmente? ¿Cuándo Usarla?
Rentabilidad Bruta El rendimiento inicial antes de descontar cualquier gasto. Es una cifra muy optimista. Como primer filtro rápido para comparar muchas propiedades a la vez y descartar las menos atractivas.
Rentabilidad Neta El beneficio real que obtienes tras pagar todos los gastos. Es la cifra más realista. Para tomar la decisión final de compra. Es la que te dice si la inversión merece la pena de verdad.
Cash-on-Cash Return El retorno sobre el capital que has invertido de tu propio dinero, sin contar la financiación. Imprescindible si vas a comprar con hipoteca, para entender el poder del apalancamiento.

Cada métrica tiene su momento. Usarlas correctamente te permitirá tomar decisiones informadas y evitar sorpresas desagradables.

Un dato del sector: En España, la rentabilidad bruta media de la vivienda en alquiler se situó en torno al 7,3% a principios de año. Sin embargo, no te fíes de las medias, porque las cifras varían una barbaridad según la ciudad e incluso el barrio.

Paso 1: Calculando la Rentabilidad Bruta (El Primer Filtro)

Para empezar a calcular la rentabilidad de un alquiler, lo primero es la rentabilidad bruta. Aunque no cuenta toda la historia, es una herramienta fantástica para hacer una criba inicial y descartar propiedades que no merecen un análisis más profundo.

Cálculo financiero de rentabilidad escrito a mano, con monedas de euro y calculadora sobre mesa blanca.

La fórmula es muy directa, ideal para hacer números rápidos mientras visitas inmuebles.

Fórmula de Rentabilidad Bruta (%) = (Ingresos Anuales de Alquiler / Coste Total de Adquisición) x 100

Este número te da una primera impresión muy valiosa para comparar varias oportunidades de inversión con la misma vara de medir.

Ejemplo Práctico: Desglosando la Fórmula

Vamos a ponerle números para que quede todo más claro. Imagina que encuentras un piso interesante en Valencia, una ciudad con mucha demanda de alquiler.

  • Precio de compra: 150.000 €
  • Alquiler mensual estimado: 800 €

1. Calcula los ingresos anuales del alquiler:
Tan fácil como multiplicar la renta mensual por los doce meses del año.

  • 800 €/mes x 12 meses = 9.600 € de ingresos brutos anuales

2. Calcula el coste total de adquisición:
Aquí es donde muchos inversores novatos tropiezan. No es solo el precio de venta. Hay que sumar todos los gastos asociados a la compraventa.

  • Impuestos (ITP): En la Comunidad Valenciana es del 10%, lo que añade 15.000 €.
  • Gastos de notaría y registro: Suelen rondar el 1% del precio de compra. En nuestro caso, unos 1.500 €.

Por tanto, el coste total real de la adquisición no son 150.000 €, sino 166.500 €. Este es el número que debes usar en la fórmula.

3. Aplica la fórmula:
(9.600 € / 166.500 €) x 100 = 5,76% de rentabilidad bruta

Este 5,76% es tu punto de partida. No es el beneficio limpio, pero te da una base sólida para decidir si vale la pena seguir investigando esta propiedad. Un análisis rápido como este es crucial y te puede ahorrar muchísimo tiempo. De hecho, con este método puedes aprender cómo ver si un piso es rentable en solo 5 minutos.

Paso 2: Descubriendo la Rentabilidad Neta (El Beneficio Real)

Si la rentabilidad bruta es el primer filtro, la rentabilidad neta es la verdadera prueba de fuego. Este número te dice, sin rodeos, cuánto dinero te queda en el bolsillo después de pagar todo. Aquí es donde se separan las oportunidades de oro de las que solo brillan en la superficie.

Para calcular la rentabilidad de un alquiler con precisión, hay que ser metódico y no dejarse ningún gasto fuera. Un pequeño olvido puede desviar tus cálculos y llevarte a una mala decisión.

Los Gastos que Transforman la Rentabilidad

Vamos a desglosar esa lista de costes que tienes que restar a tus ingresos brutos. Se dividen en dos grandes grupos:

  • Gastos Fijos (los que no perdonan): Los pagarás sí o sí, esté el piso alquilado o vacío.
    • IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles): El impuesto anual del ayuntamiento.
    • Cuota de la comunidad: El coste mensual para mantener las zonas comunes.
    • Seguros: El de hogar es básico. Cada vez más inversores contratan un seguro de impago de alquiler para dormir tranquilos.
  • Gastos Variables (los que aparecen sin avisar): Un inversor experimentado siempre cuenta con ellos.
    • Mantenimiento y reparaciones: Una caldera que falla, una persiana que se atasca… Una buena práctica es guardar entre un 5% y un 10% de los ingresos anuales para estos imprevistos.
    • Periodos sin inquilino: Es muy raro tener el piso ocupado el 100% del tiempo. Contar con un mes al año de vacío (un 8,3% de los ingresos) es una estimación conservadora que te mantendrá con los pies en la tierra.

Fórmula de Rentabilidad Neta (%) = [(Ingresos Anuales – Gastos Anuales Totales) / Coste Total de Adquisición] x 100

Volviendo a nuestro ejemplo de Valencia, partíamos de un 5,76% de rentabilidad bruta. Si calculamos unos 2.500 € al año entre IBI, comunidad, seguros y un colchón para mantenimiento, esa cifra se ajusta a un mucho más realista 4,2% neto. Este, y no otro, es el retorno real de tu dinero.

¿De Dónde Saco Datos Fiables?

Para que tus números sean realistas, es fundamental que partas de datos de mercado reales. Una valoración «a ojo» puede arruinar tu análisis.

Apóyate en herramientas online que te den una estimación objetiva. Por ejemplo, con la herramienta de valoración de Trovimap puedes obtener una tasación gratuita basada en datos de mercado actualizados.

Solo con introducir la dirección, la herramienta te da una horquilla de precios muy ajustada a la realidad, lo que te ayuda a clavar el «Coste Total de Adquisición» de tu fórmula.

Recuerda que los gastos pueden variar mucho de un sitio a otro. La rentabilidad bruta media en España llegó al 6,74% recientemente, con provincias como Tarragona liderando con un 8,07%, mientras que ciudades como San Sebastián se quedan en un 3,67% bruto. Puedes ver más datos sobre el mercado aquí. Estas cifras demuestran que solo el análisis neto te dirá si la inversión es un buen negocio.

Paso 3: Cómo la Hipoteca y los Impuestos Transforman tu Inversión

Hasta ahora, hemos hecho los números como si pagáramos el piso al contado. Pero la mayoría de inversores utiliza financiación. Esto puede multiplicar tus ganancias o, si no lo gestionas bien, complicar tus finanzas. Aquí es donde entran en juego la hipoteca y los impuestos, los dos factores que dibujan el mapa de tu beneficio final.

La Métrica Clave si Pides un Préstamo

Cuando financias la compra, aparece una nueva métrica fundamental para saber cómo calcular la rentabilidad de un alquiler desde la perspectiva del inversor apalancado: el Cash-on-Cash Return.

Este indicador mide el rendimiento que obtienes sobre el dinero que realmente ha salido de tu bolsillo. Compara el flujo de caja anual (ingresos menos todos los gastos, incluyendo la cuota de la hipoteca) con el capital que desembolsaste al principio (la entrada más los gastos de compra).

Fórmula de Cash-on-Cash Return (%) = (Flujo de Caja Anual / Capital Invertido) x 100

Ejemplo con Financiación

Volvamos a nuestro piso en Valencia de 150.000 €. El coste total con gastos era de 166.500 €. Para la hipoteca, el banco te pedirá que aportes el 20% del precio de compra (30.000 €) más todos los gastos e impuestos (16.500 €).

  • Tu inversión inicial (Capital Invertido): 30.000 € + 16.500 € = 46.500 €
  • Préstamo hipotecario: 120.000 €

Imaginemos una cuota de hipoteca de unos 600 € al mes (7.200 € al año). Esto cambia por completo el cálculo del flujo de caja.

  • Ingresos anuales: 9.600 €
  • Gastos anuales (sin hipoteca): 2.500 €
  • Gasto hipoteca anual: 7.200 €
  • Flujo de Caja Anual: 9.600 € – 2.500 € – 7.200 € = -100 €

¡Un momento! ¿Sale negativo? Sí, no te asustes. Es posible que el primer año la inversión requiera un pequeño esfuerzo mensual por tu parte. Sin embargo, la rentabilidad sobre tu dinero es una historia muy diferente. Si quieres probar distintos escenarios, te recomendamos usar un simulador de hipotecas para encontrar la mejor opción.

Este diagrama te da una idea visual del proceso básico:

Diagrama que ilustra el proceso de cálculo de rentabilidad: Ingreso Bruto menos Gastos da como resultado el Beneficio Real.

Como ves en la imagen, de los ingresos brutos, una vez restas los gastos operativos, obtienes el beneficio que realmente debes analizar.

No te Olvides de Hacienda

El último paso es entender cómo tributan los ingresos del alquiler en la declaración de la renta (IRPF). La buena noticia es que no pagas impuestos sobre los ingresos brutos. La ley te permite deducirte muchos gastos:

  • Intereses de la hipoteca (no el capital amortizado).
  • Impuestos y tasas como el IBI.
  • Gastos de comunidad y derramas.
  • Primas de seguros.
  • Gastos de conservación y reparación (pintura, fontanero, etc.).
  • Amortización del inmueble: Un concepto contable muy potente que te permite deducir un 3% anual sobre el mayor valor entre el coste de adquisición o el valor catastral de la construcción.

Cuando a tus ingresos le restas todos estos gastos, obtienes el rendimiento neto reducido, que es la base sobre la que pagarás impuestos. Ese, amigo mío, es el beneficio final que realmente te llevas.

Estrategias para Disparar la Rentabilidad de tu Alquiler

Ahora que controlas los números, es el momento de mejorarlos. Con unas cuantas decisiones inteligentes, puedes convertir una inversión correcta en un negocio redondo. La clave está en optimizar cada euro.

Maximiza Ingresos con Pequeñas Mejoras de Gran Impacto

Para justificar una subida de alquiler, dale al inquilino una buena razón. El truco está en reformas que disparan el valor percibido del piso sin un gran coste.

  • Una mano de pintura: La inversión más rentable. Un piso recién pintado con un color neutro parece más grande y limpio.
  • Renueva la iluminación: Pásate al LED. Gastan menos, dan mejor luz y duran más. Una lámpara moderna puede transformar un salón.
  • Actualiza griferías y tiradores: Unos grifos nuevos y tiradores modernos dan un aire renovado al instante.

Minimiza Gastos de Forma Inteligente

Reducir costes no es abandonar la propiedad, sino ser más listo con tu dinero. Unos gastos bien gestionados son clave para cómo calcular la rentabilidad de un alquiler y que el resultado te guste.

La estrategia no es gastar menos, sino gastar mejor. Un mantenimiento preventivo hoy te ahorrará una reparación carísima mañana.

Revisa el seguro de hogar cada año para encontrar mejores condiciones. Una revisión anual de la caldera o del aire acondicionado puede evitarte una avería gorda en el peor momento.

Tácticas para Reducir la Vacancia al Mínimo

Cada mes que tu piso está vacío es dinero perdido. Una buena relación con tus inquilinos es oro: un inquilino contento se queda más tiempo. Además, acertar con el precio del alquiler es fundamental.

Para no ir a ciegas, apóyate en datos de mercado reales. Herramientas como Trovimap te permiten ver los precios de alquiler de tu zona para ajustar el tuyo.

Desde su página principal, Trovimap te da acceso a miles de anuncios para que puedas comparar y ser competitivo sin sacrificar rentabilidad.

En un mercado cambiante, tener esta información es crucial. Por ejemplo, en el tercer trimestre del año pasado, la rentabilidad del alquiler en España bajó al 6,9 %, a pesar de que el precio del alquiler subió un 10,9 % interanual. ¿La lección? Un precio de compra más alto puede comerse tu rentabilidad si no gestionas bien el alquiler.

Preguntas Frecuentes sobre la Rentabilidad de un Alquiler

Para finalizar, respondemos a las dudas más comunes que surgen al invertir en alquiler, tanto para novatos como para inversores con experiencia.

¿Qué porcentaje de rentabilidad neta se considera bueno en España?

No hay una cifra mágica, depende de tus objetivos. Como norma general, una rentabilidad neta por encima del 4% o 5% se considera una operación sólida en España. Si superas el 6%, estás ante una inversión excelente. En grandes capitales como Madrid o Barcelona, donde los precios de compra son más altos, una rentabilidad del 3,5% al 4% puede ser aceptable, ya que se compensa con una mayor seguridad y potencial de revalorización del inmueble.

¿Cómo puedo estimar los gastos de mantenimiento de un piso que aún no he comprado?

Hay un par de reglas del sector que funcionan bien:

  • La regla del 1%: Guarda cada año el 1% del valor de compra del inmueble para mantenimiento. Para un piso de 150.000 €, serían unos 1.500 € al año.
  • La regla sobre los ingresos: Reserva entre un 5% y un 10% de los ingresos brutos anuales del alquiler.

La antigüedad y el estado del inmueble son clave para decidir qué regla se ajusta mejor a tu caso.

Un consejo de experto: Sé pesimista con los gastos y conservador con los ingresos. Es mejor que a final de año te sobre dinero a que tengas que poner de tu bolsillo.

¿Qué es mejor: una rentabilidad alta en una ciudad pequeña o más baja en una capital?

Depende 100% de tu estrategia como inversor.

  • Alta rentabilidad en ciudad pequeña (ej. 7-8%): Te dará más dinero limpio en tu cuenta cada mes (mayor cash flow). El riesgo puede ser una mayor vacancia o una menor revalorización a largo plazo.
  • Baja rentabilidad en una gran capital (ej. 4-5%): Suele ser sinónimo de seguridad. La demanda de inquilinos es altísima y el potencial de que tu piso valga mucho más en unos años es enorme.

La decisión es tuya: ¿priorizas ingresos recurrentes ahora o el crecimiento de tu patrimonio a largo plazo?


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