El alquiler de un piso no sólo significa un ingreso mensual seguro sino un negocio cada vez más rentable. Muchas personas eligen invertir sus ahorros en ladrillos, considerados los inmuebles como bienes seguros y estables, en especial si se compara el mercado inmobiliario con otros más volátiles. El gran riesgo, sin embargo, es que al alquilar una vivienda el propietario queda en manos del inquilino, tanto a la hora de recibir la mensualidad como al momento de cuidar del inmueble. La suerte está echada y hay quienes se preocupan por el inmueble como si fuese propio y quienes sienten un gran desapego.
Ahí comienza la incertidumbre, los temores crecen aún más cuando se han tenido malas experiencias previas y los seguros de hogar aparecen como escudos con los que protegerse.
¿Cuáles son los principales miedos de los propietarios al alquilar una vivienda?
La principal preocupación de quienes viven del alquiler de viviendas es el impago de la renta mensual, un fantasma que se vuelve más visible para quienes alquilan un inmueble para así pagar la hipoteca.
Pero no es el único temor, en segundo lugar aparecen los problemas que pudieran aparecer por el uso de la vivienda, como posibles desperfectos, roturas y demás. El factor suerte aquí juega gran protagonismo pues el cuidado depende en gran parte de la buena voluntad del locatario.
Quienes no tienen problemas con el cobro de la mensualidad, sí le temen al subarrendamiento que aparece como otro de los grandes temores de los propietarios de inmuebles en alquiler. Si bien los dueños tienen derecho a rescindir el contrato en forma inmediata si se enteran del hecho, nadie quiere pasar por ese problema y, aunque esto no sucede en todos los casos, hay que tener en cuenta que el miedo no es casual pues un 2% de las viviendas en alquiler en España han sido subalquiladas por terceros. Algo similar ocurre cuando los alquileres de inmuebles son utilizados como locales comerciales. Una vez más, aparece el temor a que ¡la vivienda en alquiler quede presa de un incierto destino!
Para terminar con este cuadro de situación, está el tema de los habitantes. ¿Imaginas qué sucede cuando en los pisos en alquiler para dos personas viven cuatro, cinco y hasta seis? Ni quieras saberlo, así es que si planeas alquilar una casa asegúrate cuántas personas realmente vivirán en ella.
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