Cuando pagar la hipoteca se convierte en una misión imposible, mucha gente se pregunta si hay alguna salida más allá del embargo. La respuesta es sí, y una de las más conocidas es la dación en pago.

En palabras sencillas, la dación en pago es un acuerdo que alcanzas con el banco para saldar tu deuda hipotecaria entregándole tu vivienda. Es como decirle: «Mira, no puedo seguir pagando, así que quédate con la casa y dejamos la deuda a cero». Es una solución drástica, pero te permite cerrar un capítulo difícil y empezar de nuevo sin esa carga económica.

¿Qué es exactamente la dación en pago y cómo funciona?

La dación en pago es, en esencia, un pacto. Un mecanismo legal que permite liquidar una deuda —normalmente, la hipoteca— entregando un bien a cambio. En lugar del dinero que debes, traspasas la propiedad de tu casa al banco y este da por saldado el préstamo por completo.

Vamos a verlo con un ejemplo práctico para que quede más claro.

Ejemplo: Imagina que en su día compraste un piso con una hipoteca de 150.000 €. Has estado pagando religiosamente durante años, pero un bache económico te impide seguir haciéndolo. A día de hoy, te quedan por pagar 120.000 €. El problema es que el mercado inmobiliario ha bajado y tu casa ahora solo vale 110.000 €.

Si el banco te embargara y subastara la vivienda, en el mejor de los casos sacaría esos 110.000 €, pero tú seguirías debiéndole 10.000 €. Una deuda que te perseguiría durante años.

La solución para cancelar la deuda por completo

Aquí es donde la dación en pago entra en juego. En lugar de meterte en un proceso de ejecución hipotecaria, que es largo, costoso y te deja con una deuda pendiente, le propones al banco entregarle la vivienda para saldar esos 120.000 € de una vez por todas.

Si el banco acepta, la deuda queda totalmente cancelada, sin importar que el valor real de la casa sea inferior. Te liberas por completo.

Hay algo fundamental que debes saber: la dación en pago no es un derecho que puedas exigir. Es un acuerdo voluntario entre tú y el banco. La entidad financiera tiene que estar de acuerdo para que se pueda llevar a cabo.

Esta figura se popularizó enormemente durante la crisis inmobiliaria de 2008 en España, actuando como un verdadero salvavidas para miles de familias ahogadas por las deudas. Sin embargo, no todo el mundo puede acceder a ella. Normalmente, hay que cumplir unos requisitos muy concretos, como encontrarse en una situación de vulnerabilidad económica, que sea tu vivienda habitual y que el precio de compra no superara ciertos límites.

Para que te hagas una idea rápida, hemos preparado una tabla resumen con los conceptos clave.

La dación en pago en pocas palabras

Esta tabla resume los conceptos fundamentales para una comprensión inmediata.

Concepto Descripción
¿Qué es? Un acuerdo con el banco para saldar la hipoteca entregando la vivienda.
Objetivo Extinguir la deuda hipotecaria por completo, aunque la casa valga menos.
Naturaleza Es un pacto voluntario, no un derecho automático del deudor.
Alternativa a El proceso de ejecución hipotecaria (embargo y subasta).
Resultado El deudor se libera totalmente de la deuda y pierde la propiedad de la casa.

En resumen, es la última carta que puedes jugar para evitar un procedimiento de ejecución hipotecaria, que siempre es más traumático. Los elementos que definen cómo funciona son:

  • Tiene que haber una deuda: Lógicamente, debe existir una obligación de pago, como un préstamo hipotecario.
  • Acuerdo entre las partes: Tanto tú como el banco tenéis que estar de acuerdo en usar esta vía. No se puede imponer.
  • Entrega del bien: Se produce el traspaso de la propiedad de la vivienda al banco.
  • Cancelación total de la deuda: Con la entrega, la obligación de pago desaparece por completo. Te quedas libre de cualquier responsabilidad futura sobre ese préstamo.

Requisitos para poder solicitar la dación en pago

Llegar a la dación en pago no es un camino de rosas ni está abierto a todo el mundo. Para proteger de verdad a las familias que atraviesan una situación económica límite, el Código de Buenas Prácticas Bancarias marca unas condiciones muy claras y bastante estrictas. No se trata simplemente de no poder pagar la cuota; hay que demostrar que se está en una situación muy concreta de vulnerabilidad.

Ahora vamos a ver, punto por punto, cuáles son esos requisitos. La idea es que puedas ponerlos sobre la mesa, analizar tu caso particular y ver si de verdad tienes opciones de negociar esta salida con tu banco.

Como puedes ver en el gráfico, la dación en pago es la última estación. Es el paso definitivo que se da para saldar la deuda cuando la negociación de otras soluciones no ha funcionado.

El famoso umbral de exclusión

Este es el primer filtro, y el más duro de todos. Para que el banco considere siquiera la dación en pago, todos los miembros de la unidad familiar deben carecer de ingresos del trabajo o de actividades económicas. Ojo, todos.

Además, hay una segunda condición que se suma a la anterior: la cuota de la hipoteca tiene que suponer más del 50% de los ingresos netos que entran en casa cada mes.

Un ejemplo para que quede claro: Imagina una pareja que, entre los dos, ingresa 1.200 € netos al mes. Para cumplir este requisito, su cuota hipotecaria debería ser superior a 600 €. Si pagan 550 € al mes, aunque les cueste llegar a fin de mes, no cumplirían esta condición.

Condiciones que debe cumplir la vivienda hipotecada

No vale cualquier inmueble. La dación en pago está diseñada para proteger el techo familiar, no para quitarse de encima una inversión que ha salido mal. Por eso, se aplican varias limitaciones a la propiedad:

  • Tiene que ser tu vivienda habitual: Olvídate de solicitarla para la casa de la playa, un local o un piso que tengas alquilado a terceros.
  • Límite en el precio de compra: La ley también pone un tope al valor por el que compraste la vivienda. Este límite cambia según el municipio y su número de habitantes, pero para que te hagas una idea, suele rondar los 250.000 €.
  • Sin otros bienes ni patrimonio: La familia no puede tener otros bienes de valor con los que se pudiera saldar la deuda. Si tienes otras propiedades, un plan de pensiones rescatable o un coche de alta gama, el banco denegará la solicitud.

La situación de la deuda hipotecaria

Por último, el propio préstamo hipotecario también tiene que estar en una situación muy específica. No puedes llegar un día y pedir la dación en pago sin más.

  • Primero, intentar una reestructuración: Antes de plantear entregar las llaves, tienes que haber pedido al banco una solución alternativa, como una carencia (no pagar capital durante un tiempo) o alargar el plazo. Solo si el banco demuestra que esa reestructuración es inviable, se abre la puerta a la dación.
  • Sin avalistas que puedan pagar: Si al firmar la hipoteca te avalaron tus padres y ellos tienen ingresos o propiedades, el banco irá contra ellos. La dación en pago solo es una opción si no hay otros garantes solventes a los que reclamar.
  • Sin otras deudas sobre la vivienda: Es clave que la casa solo tenga la carga de la hipoteca que quieres cancelar. Si tiene otros embargos o deudas pendientes, el proceso se complica hasta hacerse imposible. Si quieres profundizar en este tema, te recomendamos nuestro artículo sobre cómo saber si un inmueble tiene cargas.

Cómo negociar la dación en pago con el banco paso a paso

Iniciar el proceso de dación en pago puede parecer un laberinto burocrático, pero si sigues un orden y te preparas bien, el camino es mucho más sencillo. Negociar con el banco requiere ser metódico y tener toda la información a mano para demostrar que de verdad cumples los requisitos de vulnerabilidad.

Aquí te guiamos paso a paso para que sepas exactamente qué hacer y cómo presentar tu caso de la forma más sólida posible.

Una persona entrega un documento a otra en una reunión profesional o entrevista de trabajo.

Paso 1: Preparación de toda la documentación necesaria

Antes incluso de pensar en redactar la solicitud, el primer paso es reunir todos los papeles que el banco te va a pedir. Tenerlo todo listo desde el principio agilizará muchísimo el proceso y mostrará seriedad por tu parte.

Piensa que el objetivo es construir un expediente completo que no deje lugar a dudas sobre tu situación. Los documentos clave que vas a necesitar son:

  • Documentos de identidad: DNI o NIE de todos los miembros que conviven en la casa.
  • Certificado de empadronamiento: Imprescindible para demostrar que la vivienda es tu residencia habitual y que toda la familia vive junta.
  • Libro de familia: Para acreditar oficialmente quiénes componen tu núcleo familiar.
  • Declaraciones de la renta: Las últimas declaraciones del IRPF de cada miembro de la familia.
  • Certificados de ingresos y desempleo: Los certificados del SEPE que acrediten si estás cobrando alguna prestación o subsidio, o si no tienes ingresos por desempleo.
  • Vida laboral actualizada: Clave para demostrar la situación laboral de cada persona.

Recuerda que cada documento tiene una función: demostrar que te encuentras en el umbral de exclusión. La falta de un solo papel puede paralizar tu solicitud durante semanas.

Paso 2: Presentación de la solicitud y negociación

Una vez que tengas toda la documentación recopilada, es el momento de redactar la solicitud formal de dación en pago. Debes dirigirla al director de tu sucursal o directamente al departamento de recuperaciones del banco. En este escrito, tienes que exponer tu situación de forma clara y solicitar acogerte a las medidas del Código de Buenas Prácticas.

Presenta la solicitud junto con todas las copias de los documentos en tu oficina bancaria. Aquí viene un paso fundamental: pide que te sellen una copia como acuse de recibo. Este será tu comprobante de que has iniciado el trámite en una fecha concreta. A partir de aquí, se abre la fase de negociación.

Paso 3: La importancia de una valoración actualizada

Un documento que puede darte una ventaja estratégica en la negociación es una valoración actual de tu vivienda. Aunque el banco hará su propia tasación, presentar un informe independiente demuestra que conoces el valor real de mercado del inmueble.

Esto es especialmente útil si el valor de la casa ha caído significativamente y quieres reforzar el argumento de que la dación es la solución más razonable para ambas partes. Contar con una valoración precisa te permite negociar en igualdad de condiciones.

Puedes obtener una valoración de vivienda online para tener una estimación rápida y fiable que te sirva como punto de partida. Esta herramienta te dará una cifra objetiva para apoyar tu solicitud y demostrar al banco que tu propuesta es coherente con la realidad del mercado inmobiliario actual.

Ventajas y desventajas de la dación en pago

Tomar la decisión de acogerse a la dación en pago es un paso financiero de un calibre enorme, con un impacto que va a marcar la vida de una familia. Por eso, antes de lanzarse, es absolutamente fundamental sentarse a analizar con honestidad tanto lo bueno como lo malo. No es una varita mágica, sino más bien una salida de emergencia con sus propias reglas y consecuencias.

Poner todo en la balanza es clave para saber si este es, de verdad, el camino que necesitas coger en tu situación particular.

Balanza con una casa miniatura en un lado y un sobre con la palabra 'deuda' en el otro, mostrando que la deuda es más pesada.

Beneficios clave de la dación en pago

La principal ventaja es innegable y tiene un poder inmenso: la cancelación total y definitiva de la deuda hipotecaria. Suena simple, pero es potentísimo. Una vez entregas la vivienda al banco, el préstamo desaparece para siempre, sin importar si el valor actual de la casa cubre o no lo que debías. Te liberas de esa pesada mochila, una deuda que podría perseguirte durante años.

Además, te permite esquivar un proceso de ejecución hipotecaria. Un embargo no solo es una experiencia traumática a nivel personal, sino que también acarrea costes judiciales y abre la puerta a que, incluso después de que subasten tu casa, sigas debiendo dinero. La dación en pago te permite cerrar ese capítulo de forma limpia y empezar de cero, sin deudas pendientes.

La dación en pago ofrece un punto y final claro. Es la diferencia entre cerrar una puerta a un problema para siempre o dejarla entreabierta, con el riesgo de que la deuda se cuele de nuevo en tu vida.

Inconvenientes y riesgos a considerar

El golpe más duro y evidente es la pérdida de tu hogar. Entregar la vivienda significa renunciar a tu propiedad, al lugar donde has construido tu vida y tus recuerdos. Este impacto, tanto emocional como práctico, es sin duda el mayor sacrificio que hay que asumir.

Otro punto crucial es cómo afecta a tu historial crediticio. Aunque no es una mancha tan fea como un embargo, la dación en pago deja una marca. Los bancos registran esta operación, lo que puede complicar, y mucho, el acceso a financiación en el futuro, ya sea para pedir un pequeño préstamo o intentar conseguir otra hipoteca.

Por último, están las consecuencias fiscales. Aunque la ley contempla exenciones para deudores en situación de vulnerabilidad, en algunos casos la dación en pago puede ser interpretada por Hacienda como una ganancia patrimonial. Esto te obligaría a tributar por ella en el IRPF. Es vital buscar buen asesoramiento en este punto, tal como se detalla en las regulaciones de la nueva ley hipotecaria.

Para tener una visión más clara, aquí tienes un resumen de los pros y contras.

Comparativa de ventajas y desventajas

Ventajas Inconvenientes
Cancelación completa de la deuda: Te liberas del préstamo hipotecario para siempre. Pérdida de la vivienda: Renuncias a la propiedad de tu casa.
Evitas el embargo: Te ahorras un proceso judicial largo, costoso y traumático. Impacto en el historial crediticio: Dificulta el acceso a futuros préstamos.
Punto final a la incertidumbre: Cierras el capítulo y puedes empezar de nuevo. Posibles consecuencias fiscales: Podrías tener que pagar impuestos por ganancia patrimonial.
Tranquilidad mental: Acaba con el estrés constante de una deuda impagable. Impacto emocional: El proceso de dejar tu hogar es muy duro a nivel personal.

Como ves, la decisión no es sencilla. La dación en pago puede ser un verdadero salvavidas en momentos de extrema dificultad, pero el precio a pagar es alto.

Otras soluciones si no puedes pagar la hipoteca

La dación en pago es, sin duda, una solución drástica, pero no es la única carta que tienes sobre la mesa cuando las finanzas aprietan. Antes de dar un paso tan definitivo como entregar tu casa, es crucial que conozcas todas las vías posibles. Muchas de ellas podrían permitirte conservar tu hogar o, como mínimo, encontrar una salida menos traumática.

Explorar estas opciones es más importante que nunca. La fuerte subida del Euríbor y el fin de las ayudas que surgieron tras la pandemia están poniendo a muchas familias contra las cuerdas. Tanto es así que los expertos ya anticipan un posible aumento de las ejecuciones hipotecarias en los próximos años. De hecho, algunos análisis del sector señalan que el 75% de las hipotecas variables han visto sus cuotas prácticamente duplicarse, lo que obliga a buscar soluciones con urgencia.

Venta de la vivienda para saldar la deuda

Una de las opciones más directas, y a menudo la primera a considerar, es vender el inmueble por tu cuenta. Si consigues un precio de venta que cubra la deuda pendiente con el banco, puedes cancelar la hipoteca y, si hay suerte, quedarte con la diferencia.

Lo bueno de esta alternativa es que te da el control total sobre el proceso. Te permite buscar el mejor precio posible en el mercado, algo que no pasa en una subasta judicial por embargo, donde el valor suele desplomarse.

Para que esto salga bien, hay que moverse rápido y ser muy realista con el precio. El primer paso, indispensable, es saber cuánto vale realmente tu casa. Una valoración precisa, como la que puedes obtener en Trovimap, te dirá si esta opción es viable. Si te encaja esta vía, te recomendamos echar un vistazo a nuestra guía completa sobre cómo vender una casa con hipoteca.

Negociar una reestructuración con el banco

Antes de colgar el cartel de «Se Vende» o pensar en entregar las llaves, lo primero es hablar con tu banco. Aunque a veces parezcan un muro, las entidades suelen estar abiertas a renegociar las condiciones si ven que tienes voluntad de pago. Las soluciones más habituales que te pueden proponer son:

  • Periodo de carencia: Básicamente, consiste en pagar solo los intereses de la hipoteca durante un tiempo (normalmente entre 1 y 2 años). La cuota mensual se reduce drásticamente y te da un respiro para que tu economía se recupere.
  • Ampliación del plazo de amortización: Otra opción es alargar los años del préstamo. Esto hace que la cuota mensual baje, aunque a la larga terminarás pagando más intereses. Es una solución a corto plazo para un problema de liquidez.

Alquiler social: una opción para permanecer en la vivienda

En situaciones muy concretas, sobre todo si la dación en pago se tramita bajo el paraguas del Código de Buenas Prácticas, existe la posibilidad de negociar un alquiler social. ¿Qué significa esto? Que después de entregar la vivienda al banco, puedes seguir viviendo en ella como inquilino, pero pagando una renta muy por debajo del mercado.

Esta salida está reservada para familias en una situación de especial vulnerabilidad. Su concesión depende de la política social de cada banco y de la comunidad autónoma. Es una forma de suavizar el golpe más duro de la dación en pago: la pérdida inmediata de tu hogar.

Preguntas frecuentes sobre la dación en pago

Para terminar esta guía, vamos a meternos de lleno en las dudas que siempre surgen cuando se habla de la dación en pago. Son preguntas que nos llegan una y otra vez, así que aquí tienes las respuestas directas para que sepas a qué atenerte.

¿Puedo pedir la dación en pago si tengo avalistas?

Esta es, sin duda, una de las preguntas clave. Y la respuesta corta es que es muy, muy complicado. Si en tu préstamo hipotecario hay avalistas con solvencia demostrable (es decir, con nóminas o propiedades a su nombre), el banco irá a por ellos antes de plantearse siquiera la dación en pago.

La lógica del banco es aplastante: si alguien garantizó el pago y tiene cómo responder, la deuda no se ha extinguido. La dación en pago está pensada como una solución de último recurso, para casos donde ni el deudor principal ni quienes le avalaron tienen medios para afrontar la deuda.

¿Y si el banco me dice que no?

Salvo que cumplas al milímetro todos los requisitos del Código de Buenas Prácticas, el banco no tiene ninguna obligación legal de aceptar la dación en pago. Si la rechaza, eso sí, tiene que notificártelo por escrito y explicarte claramente por qué.

Si te encuentras con una negativa, no todo está perdido. Tienes varias vías:

  • Revisa todo con lupa: Comprueba que has entregado hasta el último papel y que no hay errores en la solicitud. A veces, el problema es un simple fallo administrativo.
  • Busca otras salidas: Vuelve a sentarte con el banco y negocia otras opciones. Quizás una carencia temporal (pagar solo intereses) o alargar el plazo de la hipoteca te den el respiro que necesitas.
  • Intenta vender la vivienda: Puedes poner la casa en el mercado por tu cuenta para intentar saldar la deuda con lo que saques.

Un apunte importante: si crees que el rechazo es injusto y cumples todos los requisitos de vulnerabilidad, tienes derecho a elevar una reclamación formal al Banco de España.

¿La dación en pago me deja una mancha en el historial de crédito para siempre?

Sí, la dación en pago deja huella. Aunque no es una marca tan grave como una ejecución hipotecaria, quedará registrada en ficheros de solvencia como la CIRBE (la Central de Información de Riesgos del Banco de España).

Esta anotación puede quedarse ahí durante años y, seamos sinceros, te va a complicar mucho las cosas si en el futuro quieres pedir otro préstamo o una nueva hipoteca. Es una de las consecuencias más serias a valorar antes de dar el paso.

¿Tendré que pagar impuestos por la dación en pago?

Por lo general, si te acoges a esta medida por encontrarte en una situación de exclusión social, la ley te protege. Estarás exento de pagar los dos impuestos más importantes que podrían surgir.

Hablamos de la exención en el IRPF por la posible ganancia patrimonial y también en la plusvalía municipal (el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana).

Pero ¡ojo! Es crucial asegurarse de que cumples todos y cada uno de los requisitos para acogerte a estas exenciones. Un pequeño error aquí podría traerte una deuda sorpresa con Hacienda. Por eso, antes de nada, busca un buen asesor. Entender bien qué es la dación en pago y todas sus implicaciones fiscales te evitará sustos inesperados.


En Trovimap, sabemos lo difíciles que pueden ser estos trámites. Por eso, ponemos a tu disposición herramientas como nuestra valoración de viviendas gratuita, que te dará datos reales para negociar con el banco. Además, te conectamos con una amplia red de profesionales. Si necesitas vender, comprar o simplemente tener más información, no dudes en visitar nuestra página principal en Trovimap.com.