Los pisos construidos en los últimos cinco años son los más caros del mercado mientras que aquellos pisos con una vida de entre 30 y 50 años son los más baratos. La diferencia entre unos y otros es del 38%.
Algunos pisos muy antiguos se venden a precios altos debido a su historia, a sus fachadas de estilo y a ese aire pintoresco que los envuelve. Son pocas las excepciones, pues si analizamos el mercado inmobiliario español descubrimos que los pisos nuevos son más caros que los pisos usados.
Ventajas de los pisos baratos de segunda mano.
Los inmuebles de segunda mano tienen como garantía un tipo de arquitectura robusta y noble, aunque competir se vuelve difícil cuando no están bien conservados o presentan un diseño demasiado antiguo, lejos de los preceptos de la arquitectura de nueva generación. A su favor, los pisos con menos de cinco años de vida garantizan un diseño moderno y, por lo general, están en buen estado. Por eso son también los pisos más caros de España, siempre muy solicitados y, en consecuencia, con un precio medio de 217.423 euros, un 38% más caros que los pisos que tienen entre 30 y 50 años de vida, cuyo valor promedio está en los 157.564 euros.
En el medio de esta brecha se encuentran las viviendas construidas a comienzos del año 2000, cuyo precio medio es de 204.790 euros, es decir un 6% menos que los inmuebles edificados a partir de 2012; y finalmente los pisos con 20 a 30 años de antigüedad, con un precio medio de 198.859 euros, lo que significa que son un 9% más baratos.
Más antigüedad no siempre significa un precio menor: en el caso de los pisos a la venta que superan el medio siglo de vida, el precio medio es de 183.055 euros, un 19% menos que los inmuebles edificados hace menos de cinco años y un valor que, por otra parte, refleja un sólido nicho de mercado conformado por aquellas personas que buscan comprar pisos antiguos y/o de estilo.
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