La venta de una vivienda es un proceso complejo en el que entran en juego muchas variables, más allá del estado y la evolución del propio mercado inmobiliario. Cuando el objetivo es obtener el máximo beneficio de la operación, resulta imprescindible seguir algunos pasos para vender una casa.

Cabe la posibilidad de andar el camino por cuenta propia. Sin embargo, confiar en profesionales o agencias inmobiliarias permite cumplir con cada una de las fases desde el conocimiento profundo del mercado y sortear algunas piedras que, inevitablemente, aparecerán.

Pasos para vender una casa: valoración y estudio de mercado

Fijar el precio de la vivienda que se desea vender es el punto de partida. Pero se debe establecer siendo realistas, teniendo en cuenta el mercado y los gastos que inevitablemente conlleva la operación de compraventa. Una valoración incorrecta solo puede acarrear dos consecuencias: retrasar la venta o perder dinero.

Para obtener el valor real de una propiedad se puede acudir a servicios profesionales. Y también cabe la posibilidad de emplear herramientas online que ofrecen una tasación profesional y gratuita del inmueble basándose en sus características y en toda una serie de variables del mercado inmobiliario.

Preparar la vivienda y darle visibilidad

Una vez establecido un precio ajustado a la realidad, llega el momento de sacar la vivienda al mercado inmobiliario. Es uno de los pasos para vender una casa más importantes, puesto que se trata no solo de llegar al mayor número posible de potenciales compradores, sino de que la vivienda les resulte atractiva.

Publicar en portales inmobiliarios, plataformas online e incluso redes sociales son estrategias de marketing básicas a la hora de vender un inmueble. Pero no es suficiente. Si tenemos en cuenta que el primer contacto de un posible comprador con la casa será a través de Internet, ofrecer una buena imagen supone pasar con éxito el primer filtro.

Esa imagen atractiva y sugerente se consigue bajo dos premisas. Por un lado, una buena “escenografía”. Se trata de preparar la casa con una decoración neutra, pero que permita potenciar sus puntos fuertes. Por otro lado, es importante que la calidad de esas imágenes o vídeos que se van a publicar sea excelente. Esa primera visita virtual será la clave para que los potenciales compradores deseen recorrer la vivienda de forma física y comprobar si se adecua a sus deseos o necesidades.

Si no se trabaja bien este paso, la venta está abocada al fracaso. Y, de nuevo, el papel de los profesionales es fundamental. Elegir los mejores canales para publicitar la vivienda y cuidar la presentación garantiza llegar al público adecuado, incrementando así las posibilidades de una venta rápida y satisfactoria.

Gestionar las visitas

El mercado inmobiliario es muy competitivo, por ello, es importante responder con rapidez a todas las consultas y peticiones de personas interesadas en la vivienda. En ese sentido, la disponibilidad horaria es clave. Y también lo es reservar el tiempo necesario para poder realizar la visita con calma.

No hay que olvidar que en muchos casos los compradores ya acuden a la vivienda con una idea muy aproximada de ella gracias a las fotografías o tours virtuales. Significa que la visita física es fundamental en la decisión de compra y que conviene estar preparado para ella, con las respuestas a las posibles preguntas o dudas que surjan y con la documentación del inmueble preparada.

La negociación

Es otro de los pasos para vender una casa especialmente delicados. Aunque se haya marcado un valor ajustado a mercado, es posible que se reciban ofertas por debajo de ese precio. Conviene no precipitarse. Lo ideal es negociar con un límite previamente establecido que dé margen a esa negociación, pero que no implique sacrificar la rentabilidad que se espera obtener.

Aceptar una oferta por debajo del valor real del inmueble supondrá ganar tiempo en la operación, pero perdiendo dinero. Al contrario, tensar demasiado la cuerda buscando una ventaja que tal vez no sea real significará echar a perder una buena oportunidad.

Aunque ya cuentes con una tasación ajustada el mercado que permita saber cuándo se está ante una oportunidad o cuando se puede rechazar una oferta bajista, negociar no es sencillo. Se necesitan buenas dotes de persuasión y buenas argumentaciones. Por eso siempre es mejor dejarlo en manos de profesionales acostumbrados a ello.

Contrato de arras y contrato de compraventa

Son los últimos pasos para vender una casa. Una vez se ha llegado a un acuerdo con el comprador, es recomendable firmar un contrato de arras en el que se establezcan las condiciones de la operación. En él se pueden incluir también cuestiones particulares, como periodos de carencia o la entrega de una señal.

Finalmente, se realizaría la firma del contrato de compraventa ante notario y la entrega de las llaves. Quedaría simplemente satisfacer los impuestos derivados de la operación, es decir, el IBI y la inclusión de la venta en la declaración del IRPF del año siguiente. Y el posible impuesto de plusvalía municipal si la operación se ajusta a la legislación vigente en el momento de la venta.

Cada uno de esos pasos para vender una casa es importante y puede condicionar todo el proceso, además de la rentabilidad que se obtenga de la operación. Por ello, la recomendación es confiar en una inmobiliaria.

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