Cuando queremos poner en venta una propiedad, solemos encontramos con el dilema de si deberíamos reparar la vivienda antes de intentar venderla. Se trata de una decisión que implica un coste y un esfuerzo. Pero también podemos verlo como una inversión, pues es posible que obtengamos un beneficio mucho mayor al poder subir el precio de venta y atraer a compradores más exigentes y mayor presupuesto.
Valorar el tipo de reparaciones que necesita la vivienda
Hay algunos arreglos que no suponen un desembolso muy elevado y que el comprador notará, como dar una nueva mano de pintura. Otros, en cambio, pueden ser aspectos que el comprador no va a valorar, por lo que invertir en ellos no merecerá la pena.
En primer lugar, es una buena idea hacer una lista de los desperfectos de la casa. Algunas mejoras mínimas podrían ser la reparación de grietas, pintar las paredes de blanco, la sustitución de electrodomésticos rotos o de grifos que gotean. Por lo general, la reforma de baños y cocinas suele ofrecer un buen rendimiento. Asimismo, una casa amueblada suele dar mejor sensación que una vacía, pero si los muebles se encuentran viejos o en mal estado darán, más bien, una mala impresión.
En general, hemos de tener en cuenta el tipo de reparación que necesita la vivienda, cuánto estamos dispuestos a invertir y calcular las posibilidades de que esa inversión retorne en el tiempo previsto. Consultar con un agente siempre nos dará una imagen más precisa de las posibilidades y expectativas.
Saber lo que busca el comprador
En general, la mayoría de la gente busca una vivienda en las mejores condiciones posibles. Reparar la vivienda y exponerla en su mejor estado, sin duda, atraerá a un mayor número de posibles compradores y a un buen precio.
Si bien es cierto que algunas personas buscan propiedades para reparar, normalmente lo hacen interesados en obtener un mejor precio por la vivienda. Por un lado, si la casa solo requiere algunas reparaciones sencillas, los hay a quienes no les importa realizarlas por sí mismos y así limitar el gasto que supone la compra del inmueble. Y por otro, se encuentran aquellos cuyo presupuesto no alcanza para la casa nueva que querrían y deciden hacerse con una que necesita reforma por un precio que sí pueden permitirse.
En ese último caso, los compradores tienen en cuenta que deberán destinar un dinero a llevar a cabo tales reformas, consideran la posibilidad de que surjan complicaciones que terminen incrementando su coste y que deberán dedicar esfuerzo y tiempo a la labor. Por este motivo, vender la casa tal cual está cuando necesita grandes reparaciones, como pudiera ser el tejado, implica ponerle un precio de venta significativamente inferior. De hecho, será bastante más bajo que el resultado de restar el precio estimado de la reforma al precio de venta que tendría la casa reformada.
Tampoco debemos olvidar la posibilidad de que haya compradores interesados en la vivienda por sus especificidades, como la presencia de jardín, una gran terraza, su excelente situación, etc. Quizá, en tales casos, a algunos no les importe demasiado realizar una reforma para adecuar la casa a su gusto. Pero, para que se dé esta situación, la propiedad ha de presentar esas condiciones singulares de las que carece la competencia y que son altamente demandadas por los compradores.
Teniendo todo esto en cuenta, salvo casos particulares, parece que reparar la vivienda para obtener un mayor partido a la hora de venderla es una buena opción; aunque siempre habrá que valorar las expectativas de retorno de lo invertido.
Conocer el mercado
Otra de las cosas que debemos hacer es atender a cómo se desenvuelve el mercado, ver cuáles son las viviendas de la zona que se están vendiendo, conocer cómo es la competencia. Si las demás viviendas que figuran en venta tienen la cocina renovada, podemos considerar dirigir nuestra inversión hacia esa parte de la casa. El objetivo es que no haya en el mercado viviendas similares a la que queremos vender con algunos elementos que hagan decantarse a los compradores por ellas, en lugar de por la nuestra.
Puedes visitar algunas viviendas del entorno, compararlas con la tuya y comprobar si tienen algo que pueda inclinar la balanza a su favor y que la tuya pueda conseguir con una reparación.
Otra buena opción para conocer la competencia es consultar los anuncios publicados en Trovimap.
Además, nuestra plataforma te permite obtener una tasación de tu vivienda de forma gratuita a través de nuestra herramienta online TroviValora y publicar tu anuncio una vez hayas decidido vender tu vivienda, ya sea tras una reparación o tal cual estaba.