La adquisición de una vivienda puede ser un proceso largo y complejo. Encontrar la casa ideal requiere de un enorme esfuerzo en forma de tiempo. De hecho, los expertos calculan que solo la búsqueda y las gestiones relacionadas con la compra suponen entre 300 y 500 horas. A ello, se suma que el desconocimiento del mercado inmobiliario puede retrasar la operación o dificultarla enormemente.
Comprar casa con un personal shopper inmobiliario supone olvidarse de todo el proceso hasta su fase final. Estos profesionales se ponen en la piel del comprador y dedican todos sus esfuerzos a encontrar la vivienda perfecta, la que mejor responde a sus expectativas.
Qué implica comprar casa con un personal shopper inmobiliario
El personal shopper inmobiliario recaba la mayor cantidad de datos posibles y analiza las necesidades y expectativas del cliente. Con esa información se ocupa de todo: búsqueda de inmuebles, orientación en la negociación de precios y financiación, trámites y gestiones, asesoramiento, etc.
El coste de los servicios de un personal shopper inmobiliario puede variar, pero en líneas generales se sitúa entre el 1% y el 3% del valor del inmueble. A cambio, los beneficios pueden ser significativos, sobre todo cuando el comprador no dispone ni de tiempo ni de conocimientos del mercado inmobiliario o la zona en la que quiere invertir.
La primera ventaja es evidente: comprar casa con un personal shopper inmobiliario implica ahorrarse gran parte de esas horas necesarias para búsqueda de inmuebles y las gestiones. El profesional hará una selección exhaustiva para presentar al cliente solo aquellas viviendas que realmente responden a sus expectativas.
Así, si hablamos de tiempo, su trabajo tiene dos consecuencias relevantes para el comprador. Por un lado, ahorrar hasta un 70% de esas horas que de otro modo tendría que dedicar a la búsqueda de la casa ideal. Por otro, que la dedicación exclusiva del profesional supone que el plazo para encontrarla pueda reducirse de varios meses a solo algunas semanas.
En segundo lugar, es importante tener en cuenta que estos profesionales no solo cuentan con una dilatada experiencia y un profundo conocimiento del mercado inmobiliario, sino que también tienen amplias redes de contactos. De esta forma, tienen a su alcance inmuebles que no suelen salir al mercado por los canales más populares.
Y aún hay otra cuestión de enorme relevancia: su experiencia les permite valorar las viviendas de manera absolutamente objetiva. Gracias a ello y a unas buenas dotes de negociación pueden conseguir precios mucho más ajustados. Según la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI) esa rebaja puede situarse entre el 5% y el 20% del precio de salida de la vivienda.
Teniendo en cuenta el porcentaje que estos profesionales aplican en concepto de honorarios, comprar casa con un personal shopper inmobiliario supone un ahorro en tiempo y dinero que no hay que desestimar. Pero no son las únicas ventajas.
¿Qué más puede aportar un personal shopper inmobiliario?
Hay aspectos que una persona sin experiencia en procesos de compra-venta puede pasar por alto y que a la larga también tienen una repercusión económica. Conocer si una vivienda tiene o no cargas, si hay algún tipo de vicio oculto en la construcción o si existe alguna traba legal o burocrática para cerrar la operación es fundamental.
El personal shopper inmobiliario juega ahí también un papel imprescindible. Cada uno de los inmuebles que presentan a los clientes están analizado al detalle para que la compraventa se desarrolle sin inconvenientes, sin sorpresas posteriores y con las máximas garantías. Y no solo se analizan las viviendas, también las zonas en las que se encuentran.
El personal shopper no es un intermediario, sino que representa al comprador en exclusiva. Esa es la gran diferencia respecto al agente inmobiliario y es ahí donde está la diferencia en el servicio que prestan estos profesionales. Aunque todavía poco conocidos, comienzan a tomar posiciones en el sector inmobiliario.
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