Una gran parte de los expertos en el sector inmobiliario han coincidido en que la norma tendrá efectos negativos para los arrendadores, pero también para los inquilinos, promotores y constructores. Desde la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) destacan las principales consecuencias indeseadas de la ley.

En concreto, su director general José Ramón Zurdo, abogado y experto en arrendamientos urbanos, ha concluido que “esta Ley tendrá unos efectos indeseados que sus legisladores no han tenido en cuenta«

Estos serán los efectos indeseados de la nueva Ley de Vivienda sobre el mercado inmobiliario en España:

  1. Habrá una reducción drástica de la oferta de viviendas en alquiler, ya que todas las disposiciones contenidas en la ley perjudican a los arrendadores e inversores, quienes son los únicos capaces de generar oferta y ampliar el mercado de alquiler.
  2. Los promotores inmobiliarios se verán afectados negativamente, ya que se les exigirá destinar una mayor proporción de edificabilidad a viviendas protegidas.
  3. La figura del inversor que adquiere terrenos o propiedades con el propósito de obtener rentabilidad mediante el alquiler tenderá a disminuir, debido a las restricciones impuestas que dificultan obtener un retorno de inversión adecuado. Esto es especialmente preocupante en un momento en que las entidades financieras comienzan a ofrecer beneficios a quienes tienen pasivos.
  4. Muchas agencias inmobiliarias dedicadas exclusivamente a la intermediación de alquileres podrían desaparecer, ya que no podrán cobrar honorarios a los inquilinos. Esto puede llevar a que los arrendadores asuman estos costos adicionales, lo que supone una limitación más para ellos.
  5. Aumentará la inseguridad jurídica en los casos en que un arrendador deba recuperar su vivienda debido al impago por parte del inquilino. Actualmente, los desahucios y lanzamientos están suspendidos hasta el 30 de junio, y la nueva ley pretende prorrogar los lanzamientos de inquilinos vulnerables hasta dos años. Esto generará una absoluta inseguridad jurídica y alejará a muchos arrendadores e inversores del mercado del alquiler. Además, la ley ralentizará los procedimientos de desocupación de viviendas ocupadas ilegalmente, aumentando los trámites y los costos para los arrendadores.
  6. La nueva ley incentivará a los arrendadores a desviar sus inversiones hacia otros tipos de activos inmobiliarios que no se vean afectados por estas limitaciones, como alquileres turísticos, alquileres de temporada o alquileres de habitaciones, locales comerciales, oficinas o plazas de garaje, entre otros.
  7. Se incrementará el número de contratos de alquiler que se renovarán automáticamente por tácita reconducción, como una forma de eludir la ley.
  8. Habrá un importante trasvase de viviendas del mercado de alquiler hacia el de compraventa.
  9. Se producirán desigualdades sociales y económicas entre las diferentes comunidades autónomas que decidan aplicar o no la nueva ley. Además, surgirán «guetos» donde será más difícil acceder a una vivienda en las denominadas zonas tensionadas.
  10. Se generarán desigualdades territoriales, ya que los inversores y promotores dirigirán sus inversiones hacia las comunidades autónomas que no apliquen la ley o hacia las zonas que no sean declaradas tensionadas.
  11. Por último, la nueva Ley de Vivienda perjudicará a muchos inquilinos, especialmente a los más vulnerables. Debido a las limitaciones impuestas a los propietarios arrendadores, estos endurecerán los requisitos de acceso, solicitando mayores garantías.

En momentos convulsos y ante cambios legislativos, siempre es positivo tener claro cual es el valor de mercado de tu activo principal, tu vivienda. Para ello es recomendable que analices y hagas seguimiento de su precio a través de un valorador especializado como el de Trovimap.