Obtener el máximo beneficio y vender rápido: los dos grandes objetivos de cualquier propietario al poner su vivienda a la venta. Pero una casa sobrevalorada no es competitiva y existen muchas probabilidades de que no se alcance ninguna de esas pretensiones.

Hay que tener en cuenta dos aspectos esenciales. Por un lado, que en el mercado inmobiliario la competencia es elevada. Por otro, que los compradores de vivienda cada vez están mejor informados y cuentan con herramientas que les ayudan a determinar si el precio de una vivienda es razonable o no.

Por qué una casa sobrevalorada es mal negocio

Los motivos son muy diferentes y cualquiera de ellos es suficiente para que el resultado de la venta del inmueble pueda no ser el esperado. Por eso, antes de valorar el precio del inmueble muy por encima del real conviene tener en cuenta algunos aspectos, generalmente relacionados entre sí:

1. Una casa sobrevalorada pierde visibilidad

Hoy en día, la mayoría de los compradores de vivienda buscan en portales inmobiliarios. Lo hacen introduciendo unos criterios esenciales, entre ellos, el precio. Sobrevalorar la casa significa que un buen número de potenciales compradores la pasarán por alto porque no aparecerá en sus búsquedas.

Con frecuencia, las viviendas con precios por encima de su valor real de mercado no cumplen las expectativas de los compradores que sí tienen mayor presupuesto. Mientras que pasan desapercibidas para los compradores que sí pueden tener interés.

2. La vivienda tarda más en venderse

Cualquier comprador compara varias propiedades de similares características antes de decidirse por una de ellas. Y el precio de compraventa es un factor clave para solicitar más información o descartar una vivienda desde el principio.

No solo se tarda más en vender una casa sobrevalorada porque queda fuera del presupuesto de muchos compradores. Sino también porque directamente deja de recibir solicitudes de visita. Una vivienda a la venta que nadie ve, se estanca en el mercado.

Vender una casa estancada en el mercado implica, normalmente, alargar los tiempos para cerrar a operación y ajustar el precio.

3. Una casa sobrevalorada levanta sospechas

Esos inmuebles que llevan tiempo a la venta y no han encontrado salida en el mercado suelen provocar una imagen negativa entre los posibles compradores. Estos asumen que existe algún inconveniente. Sospechas que pueden acrecentarse si el vendedor rebaja el precio de manera radical o realiza sucesivas rebajas.

4. Se pierden oportunidades

En ese tiempo en el que una casa sobrevalorada permanece en el mercado, saldrán a la venta otras muchas propiedades con precios más ajustados. Son las que se venderán antes. Y no solo porque la valoración sea más realista, no hay que olvidar que los compradores suelen decantarse primero por inmuebles que acaban de salir al mercado.

5. Los posibles compradores presionarán para rebajar el precio

Cabe la posibilidad de que algún comprador se fije en esa casa sobrevalorada. Y que incluso esté realmente interesado. Pero eso no significa que no quiera negociar el precio. Si conoce el mercado y ha hecho una pequeña prospección, lo lógico es que presione para obtener una rebaja. Seguramente sepa que tiene ventaja, quiera aprovecharla y sea inflexible.

6. Es más difícil encontrar financiación

Encontrar un comprador para esa casa sobrevalorada no significa que la venta llegue a buen puerto. No hay que olvidar que, a la hora de solicitar un préstamo hipotecario, las entidades bancarias no suelen ofrecer más del 80-90 % del valor de la vivienda, a lo que hay que sumar los gastos de la operación de compraventa.

Si el comprador no tiene un buen colchón financiero, o incluso si la entidad valora el inmueble y lo hace por debajo del precio de salida, es posible que no se pueda materializar la operación.

7. Se corre el riesgo de un cambio de tendencia

El mercado inmobiliario no es ajeno a la situación económica, política y social. Significa que es un mercado en constante movimiento. Si el inmueble se estanca, no se vende, se corre el riesgo de un enfriamiento que suponga una pérdida de valor de la vivienda. En algunos casos ese cambio de tendencia puede obligar a vender incluso por debajo del que hubiera sido un precio razonable de salida.

8. Se puede ralentizar la compra de otro inmueble

Vender una casa para comprar otra es muy habitual. Si se ha encontrado esa vivienda ideal, pero se tarda en vender la que ya se tiene en propiedad, todo puede pararse. Se corre así el riesgo de que otro comprador se haga con ese inmueble. La otra posibilidad es que la búsqueda se tenga que retrasar hasta encontrar comprador.

9. Será más difícil encontrar agente

El éxito en las ventas es un aspecto importante para la reputación de un agente inmobiliario. Por ello, aconsejarán una rebaja del precio de cualquier casa sobrevalorada. Otra posibilidad es que eleven su comisión, dadas las dificultades que seguramente encuentren para encontrar comprador. Al final, lo que está en juego es su credibilidad y su prestigio.

Cómo valorar una vivienda de forma realista

Un agente inmobiliario es quien mejor puede aconsejar el precio de salida de una vivienda. Ellos conocen bien el mercado local, su evolución y sus previsiones. Sin embargo, existen herramientas online que también ayudan a conocer el valor real de una propiedad.

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