El miedo a perder oportunidades está presente en todos los ámbitos de la vida. No es un sentimiento nuevo, pero sí se ha acrecentado con Internet y las redes sociales. Es un ‘temor a perderse algo’ que empuja a realizar acciones porque otros están obteniendo algún tipo de beneficio. Pero no siempre es así, ya que la precipitación a veces lleva justo a lo contrario, a perder. En la compraventa de inmuebles, para bien o para mal, suele tener una repercusión económica.

El miedo a perder oportunidades y sus consecuencias

El miedo a perder oportunidades o FoMO, por sus siglas en inglés (fear of missing out), es el temor a no aprovecharse de algo. Puede ser una simple oferta o una coyuntura económica particular. La situación que vive en la actualidad el mercado inmobiliario permite ver con ejemplos muy claros cómo las tendencias pueden influir en las decisiones de compra o venta.

Compradores a la caza de la última oportunidad

Tras un 2021 en el que se alcanzó récord de operaciones inmobiliarias, muchas personas sienten cierta presión para comprar ‘antes de que se acaben las oportunidades’. Además de la demanda al alza, hay otros factores que influyen en esa carrera para no quedarse atrás.

Por un lado, el ascenso imparable del Euríbor y la anunciada subida de los tipos de interés han disparado aún más las operaciones de compraventa de viviendas. Según datos del Consejo General del Notariado, ese incremento ha alcanzado un 15,5% en tasa interanual en abril de 2022. Por otro, la escasez de oferta de viviendas con un parque inmobiliario incapaz de cubrir la demanda, han hecho que los precios se eleven en un 6,5% interanual a nivel nacional. Y a ello hay que sumar una inflación desconocida desde hace años.

En esta situación, en la que el escenario futuro parece complicarse cada vez más, el miedo a perder oportunidades puede empujar a personas que se habían planteado adquirir vivienda en un futuro a adelantar la decisión, pasando por alto ese incremento de precios o esos intereses al alza.

Vendedores que quieren aprovechar el incremento de precios

Los vendedores, por su parte, pueden tomar la decisión de elevar el precio de sus propiedades con el objetivo de obtener un mayor beneficio de la operación, movidos únicamente por la tendencia del mercado y no por datos reales sobre la demanda en su zona o cuáles son los elementos que aportan más valor a una vivienda a la hora de vender.

Inflar o sobrevalorar el precio de un inmueble no necesariamente conduce a conseguir un mejor trato.

Consecuencias de dejarse llevar

El mercado inmobiliario cambia con extraordinaria rapidez. En unos meses, y ya pasado el impacto de una situación excepcional, puede enfriarse. Esta situación implicaría mayores oportunidades para quien busca vivienda. Pero si se precipitó al comprar, ya no podrá beneficiarse de ella.

Y, para aquel que elevó el precio de su propiedad y no consiguió vender en su momento, un cambio en la situación del mercado inmobiliario también puede tener consecuencias negativas. Podría verse obligado a vender por debajo incluso de lo que hubiera podio obtener con un precio de venta razonable unos meses antes.

Estos son solo ejemplos de las consecuencias que puede tener comprar o vender una vivienda por el miedo a perder oportunidades. Tal vez un conocido haya vendido a un precio extraordinario o haya firmado una hipoteca con condiciones ventajosas. Pero conviene no dejarse llevar. Un precio poco realista dificultará la venta, con el riesgo que implica si el mercado cambia de tendencia. Y embarcarse en un préstamo hipotecario sin haber analizado antes la situación financiera personal, a la larga, puede salir caro.

Lo más razonable: comprar o vender en frío

El miedo a perder oportunidades no debe impedir analizar la realidad. Solo de esa manera se podrá obtener beneficio real de la operación inmobiliaria, ya sea una venta o una compra. Por ello, conviene tener en cuenta algunos consejos:

Estudiar el mercado inmobiliario

Al comprador le permite comprobar que no paga un sobreprecio por el inmueble y, al vendedor, le ayuda a marcar un precio de venta razonable que permita vender con rapidez. En ese sentido, son muy útiles herramientas de valoración gratuita de inmuebles como TroviValora, que calcula el precio real de una vivienda en función de la situación del mercado en cada momento.

Tener claras las necesidades y valorar las expectativas

Adelantar, o incluso retrasar, la compra o la venta de inmuebles empujados por el miedo a perder oportunidades puede tener resultados contraproducentes. La clave está en ser realista a la hora de tomar cualquier decisión y mirar al futuro, no solo al presente.

Es importante valorar con calma si es el mejor momento. En ese aspecto entran en juego muchas variables: situación financiera o estabilidad laboral en el caso de compradores; y posibilidad de reinvertir el dinero obtenido de la venta en otro inmueble o de ajustar el precio de venta en el caso de los vendedores de vivienda.

Confiar en profesionales

El mercado inmobiliario es muy complejo. Por eso, el criterio de profesionales con experiencia será de ayuda para acertar con la decisión que se tome. Hay que tener en cuenta que esos vaivenes del sector siempre pueden implicar nuevas oportunidades y que, en ocasiones, dejar pasar una significa encontrar otra mejor.

Trovimap te ayuda a vender o comprar vivienda. Con la herramienta de valoración gratuita puedes comprobar si el precio de la vivienda se ajusta a la realidad del mercado y, además, te pone en contacto con los mejores profesionales de tu zona para que no pierdas ninguna oportunidad.