Cuando se decide la venta de un inmueble, es lógico pensar solo en los beneficios. Sin embargo, es un error, puesto que la operación lleva también asociados toda una serie de gastos. Conocer cuáles son y qué desembolso de dinero implican es importante para ajustar el precio de salida al mercado inmobiliario y las expectativas de ganancias para no llevarse sorpresas.

Por tanto, para saber cuánto cuesta vender una casa no queda más remedio que hacer algunos cálculos. El resultado es que al final de todo el proceso el desembolso se situará, de media, entre un 5% y un 15% del valor total de venta de la vivienda.

Entre los primeros gastos se podrían mencionar los que conllevan la obtención del certificado energético, imprescindible para poder vender, o la solicitud de una nueva cédula de habitabilidad si esta ha caducado o no se dispone de ella (no se exige en todas Comunidades Autónomas).

A lo anterior, habría que sumar pequeños desembolsos para adecuar la vivienda, como reparaciones, pequeñas reformas o decoración. Por lo general, pequeñas inversiones que pueden ayudar a vender más caro, pero que también hay que considerar.

Otros gastos: notaría y comisiones

Hasta terminar el proceso de venta aún habrá que asumir otra serie de gastos de muy diferente consideración y cuantía, pero que no se pueden olvidar para calcular exactamente cuánto cuesta vender una casa:

  • Comisión inmobiliaria: no es un gasto fijo, puesto que la venta se puede realizar por cuenta propia. También hay que tener en cuenta que esa comisión puede variar mucho de unas agencias a otras y que puede ser fija o un porcentaje del precio de venta.
  • Contrato de arras: lo habitual es acudir a un abogado o confiar en la inmobiliaria para su firma y redacción. El coste lo puede asumir el vendedor, pero también es posible negociarlo con la parte compradora.
  • Gastos de notario: se aplican unos honorarios que dependen del precio de venta de la casa y que están establecidos por ley. Es un gasto que, en principio, debería asumir el vendedor, aunque lo habitual es que se negocie con el comprador e incluso que sea este quien asuma el pago en su totalidad.
  • Comisión por cancelación de hipoteca: en caso de estar pagando hipoteca, cabrían dos opciones. La primera es firmar una hipoteca puente. La segunda sería cancelarla y que lleva aparejada una comisión que dependerá tanto del momento en el que se firmó el préstamo como de si la hipoteca es fija o variable. A esto habría que sumar el coste de su cancelación registral.

Impuestos, imprescindibles para calcular cuánto cuesta vender una casa

Es esta, sin duda, la partida más importante que hay que tener en cuenta para saber cuánto cuesta vender una casa. Son varios los impuestos que hay que satisfacer:

  • IBI: el Impuesto de Bienes Inmuebles del año en curso lo debe satisfacer el vendedor. Su cuantía es muy variable, puesto que depende de cada municipio.
  • Plusvalía municipal: es un impuesto que grava el incremento del precio del terreno desde que se adquirió la vivienda, es decir, no grava la construcción en sí. Hasta ahora, el importe a pagar variaba según aspectos como los años transcurridos entre la compra y la venta de la casa, el valor catastral del terreno y el gravamen aplicado en cada localidad. Tras el dictamen del Tribunal Constitucional en octubre de 2021 que declaró inconstitucional el método de estimación que se aplicaba, conviene informarse en el momento de la venta para saber si la operación está sujeta y la cuantía a abonar.
  • IRPF: la ganancia patrimonial obtenida por la venta de una casa se deberá incluir en la declaración del IRPF. La cantidad a pagar dependerá del beneficio obtenido, entre el 19% y el 23%. Sin embargo, cuando esa ganancia se va a reinvertir en la adquisición de otra vivienda habitual no se pagará IRPF, tampoco los mayores de 65 años.

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